Una de las ventajas de WhatsApp (y otras aplicaciones de mensajería) frente a los SMS o los e-mails son sus famosos ‘ticks azules’, el símbolo que permite saber si cada mensaje enviado ha sido recibido y leído por el destinatario. Pero la misma tecnología que permite a WhatsApp ofrecer esta pequeña funcionalidad tan valorada por los usuarios también es la que ha generado un agujero de seguridad que facilita que la aplicación ‘nos chive’ la geolocalización del destinatario del mensaje. ¿Cómo es eso posible?  PULSA AQUI PARA VER LA NOTICIA COMPLETA

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